jueves, 31 de enero de 2019

Historia San José en dibujos



San José pensando en la Vírgen María


El ángel anunciando a San José que el niño que espera María es de Dios

San José y la Virgen María juntos 
 San José pidiendo a Dios que los cuide

San José y la Virgen María camino a Belén

 El nacimiento de Jesús
Jesús presentado en el templo

 La huída a Egipto
San José y Jesús

 San José enseñándole a Jesús
 San José y Jesús en la carpintería
 San José y la Virgen María buscando a Jesús
 Jesús encontrado en el templo

Muerte de San José

domingo, 20 de enero de 2019

EL APOCALIPSIS PARA NIÑOS DE 11 A 12 AÑOS:










A lo largo de muchos años, los niños de once y doce años, me han pedido trabajar el Apocalipsis. Durante todo ese tiempo, me rehusé porque creía que no era importante para ellos. 
Sin embargo, hace un año me decidí a poner en práctica aquello de atender el interés del que aprende y comencé a trabajar el tema con los chicos de 6º grado, es decir once y doce años.
Primer momento: 
Preguntar por qué tienen interés en leer el Apocalipsis y qué saben de este libro de la Nueva Alianza.
• Generalmente conocen y gustan de los monstruos que aparecen, tienen curiosidad porque habla del fin del mundo y, lo que más conocen, es el número 666 que aparece en numerosas películas. 
• Explicar que la palabra «apocalipsis» significa «revelación» y, además de narrar la vuelta de Jesús al final de la historia, muestra una forma de ver la historia y, para hacerlo, utiliza un lenguaje simbólico. Por eso, para leerlo hay que conocer la situación de los cristianos en ese momento.
Trabajo en grupo con dos preguntas:
• ¿Cuál es la situación del mundo actual?
• ¿Qué buen mensaje podemos darle al mundo?
Poner en común lo trabajado. Contar que el Apocalipsis se escribió en una época en que los cristianos estaban muy perseguidos por Domiciano (año 95), emperador romano que pretendía ser adorado y que, si las fuerzas del imperio encontraban uno, lo más probable era que lo mataran.
¿Cómo hacían entonces para comunicarse? Lo hacían en «clave», en lenguaje simbólico. Es en este contexto histórico donde debemos buscar el verdadero significado de los simbolismos.
Vamos a leer algunos textos del Apocalipsis a lo largo de varios encuentros, teniendo en cuenta:
• La situación en que fue escrito.
• El lenguaje simbólico.
• El mensaje destinado a los hombres de aquella época y para nosotros en la actualidad.
• Que el objetivo del libro es hablar del triunfo definitivo de Dios en la historia. 
Segundo momento:
Leer Apocalipsis 1, 9-20
Para una mejor comprensión, pedimos a los chicos que dibujen lo que leen en hojas blancas y luego las exponemos en el pizarrón.
Al finalizar, guardamos o fotografiamos esos dibujos, o algunos de ellos, para usarlos el año siguiente. Explicamos a los niños que por eso los guardamos.
Una vez que están pegados los dibujos en el pizarrón, explicamos algunos signos, los que más le llaman la atención a los chicos.
• Las siete Iglesias representan a todas las iglesias.
• El número 7 significa plenitud, perfección, totalidad.
• Siete candelabros: la Iglesia.
• Hijo del hombre: Jesús resucitado.
• Túnica blanca: sacerdocio.
• La voz que era como el estruendo de grandes cataratas, o como el sonido de la trompeta: voz de Dios.
• Espada de doble filo: la fuerza de la Palabra de Dios.
• El trono: aparece numerosas veces, significa poder.
 
Preguntamos qué significa esta visión. A veces puede ser confusa, como un sueño.
 
Jesús ha triunfado sobre la muerte y nos da un mensaje de esperanza.
 
Puede parecer, como parece en los primeros capítulos del Apocalipsis que estamos perdidos y que es el mal el que triunfa, pero Dios y el amor siempre triunfan.
 
Recordemos que los primeros cristianos sentían un poco de desesperanza al ver la crueldad con que se los perseguía.
 
Tercer momento:
 
• ¿Qué mensaje de esperanza podemos dar al mundo de hoy?

miércoles, 16 de enero de 2019

La Armadura de Dios para Niños.









La Biblia nos enseña que tú y yo necesitamos protección en el juego de la vida. La Biblia llama esa protección la armadura de Dios y nos dice que necesitamos la armadura de Dios para protegernos de los artimañas o trampas del diablo. ¿Qué clase de protección dice la Biblia que necesitamos?
Cinturón de la verdad - La Biblia dice que Satanás es el "padre de las mentiras", pero que no podrá ganar si nos agarramos a la verdad de que Jesucristo es Señor.
Coraza* de justicia - Satanás nunca podrá hacernos daño al escoger hacer lo que Dios dice que es correcto.
Calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz - Satanás tratará de crear preocupaciones y confusiones en nuestras vidas, pero el conocer a Jesús trae paz.
El escudo de la fe - Satanás tratará de sembrar semillas de duda en nuestros corazones y mentes, pero esas semillas de duda nunca germinará si tenemos fe en Jesús.
El casco de la salvación - Jesús vino del cielo a la tierra a salvarnos del maligno. Si aceptamos la salvación en el nombre de Jesús, ganaremos la batalla en contra de Satanás.
La espada del Espíritu - la Biblia, la Palabra Santa de Dios, es un arma poderosa en contra de Satanás.
Al igual que ningún receptor se pondría detrás del plato sin su equipo protector, ningún cristiano debe entrar al juego de la vida sin toda la protección que Dios nos ha dado. Recordemos que Satanás no podrá hacernos daño cuando usemos la "toda la armadura de Dios".
Amado Padre, gracias por la protección que nos has dado en contra de los males de este mundo. Ayúdanos a recordar siempre el ponernos toda la armadura de Dios.
* parte de metal de una armadura que cubre el pecho y la espalda.

sábado, 5 de enero de 2019

Cuento de los Reyes Magos de Oriente para niños







Un precioso cuento para niños, especialmente en estas fechas navideñas cuando los niños españoles esperan la llegada de sus majestades los Reyes Magos, en el día 6 de enero.
Cuenta este bonito cuento a tus hijos para que ellos conozcan la historia de los Reyes Magos, es decir, quiénes eran, qué regalos traían, cómo llegaron hasta Belén y a visitar el niño Jesús.
Érase una vez hace muchos, muchos años, existían tres reyes que además de ser muy sabios, eran capaces de leer e interpretar las estrellas. Uno vivía en Europa, otro en Asia y otro en África y los tres pasaban noches y noches mirando las estrellas, lo que ninguno sabía es que una de ellas cambiaría su vida por completo.
Un buen día, Melchor un rey europeo, de larga barba era blanca, tan larga como su inteligencia estaba mirando las estrellas desde su palacio. De pronto vio una estrella fugaz, que se detuvo arriba en el firmamento y brilló más que las demás. Melchor se sintió tan intrigado que decidió encaminarse hacia el horizonte para verla más cerca. Cabalgó sobre su camello y partió de viaje.
Gaspar, reinaba en Asia, sus cabellos y barba eran castaños y, como Melchor era un hombre de gran sabiduría. Él también vio la estrella desde su castillo y sin pensárselo dos veces, montó sobre su camello y emprendió la marcha tras la preciosa luz.
En África, otro rey famoso por sus predicciones astrológicas, se encontraba mirando el firmamento. Su nombre era Baltasar y sobre él se posó también la brillante estrella. Melchor corrió a sus establos, montó a lomos de su camello y se encaminó tras la brillante estrella.
Al cabo de unos días de viaje, los tres reyes se encontraron en el camino. Ambos comenzaron a hablar del firmamento y de aquella nueva estrella que les atraía poderosamente. Los tres llegaron a la misma conclusión: la estrella les llevaría al nacimiento de un nuevo rey, un rey de reyes.
Todos estuvieron de acuerdo que un rey de reyes necesitaba regalos dignos de su persona. Melchor decidió pues llevar ojo, Gaspar Incienso y Baltasar mirra, los mejores presentes de la época.
Tras un largo viaje los Reyes Magos llegaron hasta Belén, justo allí donde se había posado la estrella y encontraron con gran alegría y tal y como habían pensado un bebé, con su madre María y su padre, José. Melchor, Gaspar y Baltasar, se pusieron de rodillas frente al pesebre donde dormía el Niño y pusieron los regalos a sus pies.
El niño Jesús, se puso tan contento con su visita que otorgó a los tres Reyes Magos el don de la vida eterna y la facultad de poder llevar regalos a todos los niños del mundo una vez al año.