Aunque es verdad que hubieron muchos reportes de milagros que tenían que ver con animales en la vida de San Francisco, él es más reverenciado en la iglesia por su pobreza estricta, estigmas y esfuerzos por arreglar los problemas en la iglesia durante sus tiempos de crisis.
Pero lo que la mayoría de personas no sabe (incluyendo a muchas personas religiosas) es que San Francisco era tan devoto en sus creencias que él se fue corriendo hasta Egipto en 1219 para convertirse en mártir, él esperaba convertir a muchos musulmanes y luego ser asesinado. Esa fue una esperanza que casi se hace realidad.
Veamos, San Francisco fue recibido por el sultán Malek-el-Kamel, a quien él quería convertir y a quien le sugirió que sus estudiosos musulmanes pasarán una prueba con fuego para probar cual religión era la verdadera.
Todos se negaron, así que San Francisco se ofreció a entrar a un pozo de fuego y, si él era capaz de salir de ahí sin ninguna herida, ellos tendrían que aceptar que Dios lo había protegido a él y que esta era por consiguiente la verdadera religión.
El sultán rechazó su oferta pero quedó tan impresionado que le dio a San Francisco el permiso de predicar el cristianismo sin restricciones en sus tierras. Una concesión increíble considerando que este país estaba en medio de una guerra en contra de los cruzados del occidente. Una de las mejores historias de santos católicos.
Este santo era definitivamente un hombre de acero.
De acuerdo con su último deseo, fue encaminado a la Porciúncula, donde se estableció en una cabaña cercana a la capilla. Murió el 3 de octubre de 1226 a la edad de 44 años.
FUENTE : Santos Católicos