¿Que santo tenía cientos de concubinas, varias esposas de todo el mundo, tantos niños que se perdió la cuenta, y un ejército de paganos? ¡San Vladimir de Kiev era!.
Vladimir era el gran príncipe de Kiev, y quien se convirtió al cristianismo en 988, aunque antes de su conversión era un hombre muy malvado. Desde el comienzo de su reino en 980, el conquistó tierras, asesino personas, tuvo hijos, y en general, festejo en forma.
En algunas ocasiones, ya que era pagano, participó en sacrificios humanos:
"En 983, luego de otro de sus éxitos militares, el príncipe Vladimir y su ejército pensaron que era necesario sacrificar vidas humanas a los dioses. Se echaron suertes y le cayeron a un joven, de nombre Loann, el hijo de un cristiano llamado Fyodor.
Su padre se paró firme en contra del sacrificio de su hijo a ídolos. Más que eso, el intento mostrarle a los paganos la inutilidad de su fe: "sus dioses son nada mas que madera: estan aquí ahora y mañana se pudrirán; sus dioses no comen, ni beben ni hablan y están hechos por las manos humanas, cuando en realidad, sólo existe un verdadero Dios.
El es adorado por los griegos y él creó los cielos y la tierra; ¿y sus dioses? Ellos no han creado nada, porque ellos mismos fueron creados; nunca le daré mi hijo a los demonios!"
Interesantemente, fue este discurso el que causó que Vladimir pensara varios años si se debía convertir al cristianismo, lo cual el hizo finalmente.
El lideró de una forma tan bondadosa luego de su conversión, que él fue conocido como Vladimir el grande, una diferencia inmensa con su vida pasada.
Murió en Bérestovo, cerca de Kiev; su cuerpo fue desmembrado y distribuido entre sus numerosas fundaciones sagradas y venerado como reliquia.